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Las glándulas salivales son útiles para el inicio de la digestión de los alimentos. Su producción es de alrededor de 1.5 litros por día.
Las glándulas parótidas son 2 y se las pueden ubicar adelante y debajo de cada oreja y alrededor del ángulo de la mandíbula.
La patología más frecuente es el adenoma pleomorfo. Es un tumor benigno que ocurre mayormente en mujeres jóvenes, su crecimiento es lento y se lo ubica principalmente como un bultito detrás del ángulo mandibular.Otra patología benigna frecuente es el tumor de warthin que ocurre principalmente en pacientes de edad mayor y es más frecuente en hombres.
Los tumores benignos de la parótida se tratan con cirugía. La mínima cirugía que se realiza es la parotidectomía superficial, que es la disección de la glándula parótida por encima del nervio facial.
En caso que el tumor se encuentra en la profundidad de la glándula parótida es necesario realizar una parotidectomía total.
Por su crecimiento va llevando a una deformidad facial, además de molestias y dolores locales, también puede producir elongamiento del nervio facial que finalmente concluye en una cirugía mucho más laboriosa.
La cirugía puede presentar disminución transitoria o permanente de la movilidad facial, síndrome de Frey (Sudoración y sensación de quemazón de la región) y otras complicaciones menores del postoperatorio inmediato.
La paresia del nervio facial se minimiza con una cuidadosa disección por el especialista y con la ayuda de monitoreo con neurolocalización del nervio facial. La disminución transitoria se soluciona espontáneamente antes de los 3 meses de realizada la cirugía. La paresia permanente representa menos del 5% de los casos.
En los casos que produce molestias importantes, el síndrome de Frey puede requerir la inyección de BOTOX (toxina botulínica) para su tratamiento, otra medida puede ser la interposición de fascia muscular.
El principal objetivo de la cirugía es retirar el tumor sin dejar restos, cuidar el nervio facial y producir la menor secuela cosmética posible. Para la incisión cutánea se utilizan las líneas de fuerza de la cara y el cuello. Incluso en algunos casos puede incidirse el reborde del conducto auditivo externo y llevarse hacia atrás hacia la raiz del pelo, lo cual permite dejar menos visión de la cicatriz.
Existen varios tipos de tumores malignos de la glándula parótida, el más frecuente es el carcinoma mucoepidermoideo, seguido del carcinoma adenoideoquístico. Son tumores agresivos que requieren tratamiento quirúrgico, puede ser necesario realizar vaciamientos cervicales y resección de tejidos contiguos.
La disminución en la producción de saliva que pudiera ocurrir no es significativa y no causa ningún inconveniente.